Esprinta, descansa, repite. Puede que sea una de las rutinas de entrenamiento más simples del mundo, pero la ciencia muestra que podría ser la más efectiva. El entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) generalmente implica ejercitarse a una intensidad muy alta durante 20 a 90 segundos seguido de un periodo de entrenamiento de baja intensidad o descanso durante 20 a 120 segundos. Luego lo repites durante un total de 10 a 20 minutos con tu arma preferida (Tanto si es una bicicleta, como una cinta para correr o una colina). Aquí puedes ver el por qué…

Quemarás más grasa en menos tiempo. El entrenamiento HIIT se hizo famoso en 1994 cuando científicos de la Universidad Laval en Québec, Canada, compararon un programa de 15 semanas de intervalos de alta intensidad con un programa de 20 semanas de resistencia. Después de llevar a cabo biopsias musculares y mediciones de grasa corporal encontraron que el programa HIIT era más efectivo a la hora de cargar el metabolismo del cuerpo, lo que resultaba en una mayor pérdida de grasa. Simplemente, HIIT quema más grasa en menos tiempo. Cancela la maratón.

Quema a través de los desperdicios. Sinceramente, una vez hayas completado un entrenamiento HIIT brutal, puedes comer lo que quieras, y tu metamolismo diezmará su efecto. De verdad. Las investigaciones publicadas en el Journal of Applied Physiology, demostraron que la habilidad de tu cuerpo de absorber, almacenar y asimilar carbohidratos (incluso los cargados de azúcar) mejora después de una sesión HIIT. Esto hace que seas menos propenso a almacenarlas como grasa. HIIT ahora, hamburguesas más tarde Entrenamientos HIIT aquí...